lunes, 19 de marzo de 2007

Manoseos en el Metro

Parece que se está desviando la atención frente a dos problemas que son absolutamente reales. El Primero es que en los medios de "transporte" o más bien dicho de "acarreo" la situación de los pasajeros y pasajeras se está poniendo cada vez más crítica por el inadecuado hacinamiento, apretones, roces forzozos para avanzar, subir y bajar, protección de nuestras cada vez más amenazadas pertenencias y valores, no lo olvidemos.
El Segundo es que las tocaciones ilegítimas son delictuales, ya sea en el metro, los buses Y EN CUALQUIER LUGAR. ¿O me van a decir ahora que es necesario tipificar el delito en estos casos, para complicar más las cosas y por añadidura distraer más a la opinión pública?
Consideremos además que esto se prestará para que algunas mujeres que se sientan "ausentes de protagonismo" acudan a este expediente para salir del anonimato, pagar apuestas o simplemente jugar una fea burla.
Estamos frente a lo que podríamos llamar "la multiplicación de las perfidias". Nuestro moderno sistema de transporte, en realidad, nos ha manoseado a todos los usuarios, esa es la verdad! Los manoseos a usuarias ya existían reconocidamente desde hace mucho tiempo, incluso en un par de revistas en que se trató el tema se mencionó como microviolaciones, ¿qué se puede esperar si la cantidad de pasajeros aumenta al doble y el hacinamiento aumenta en quinientos por ciento?
Otra probabilidad es que todo esto constituya un gigantesco happening en el que todos somos a la vez actores y espectadores. Lo único cierto es que nuestra condición de verdaderos "ciudadanos-oveja" se agrava con el pasar de los días.No faltarán quienes insistan hasta la saciedad en buscar causas en la sicología profunda, en el inconsciente colectivo, en la sociedad culpable por falta de valores auténticos y todos esos conceptos que sirven únicamente para el lucimiento personal de unos pocos.
(Personalmente, soy partidario del carterazo...)

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